Visitantes de la playa de Rodiles, en Villaviciosa, se llevaron una sorpresa mayúscula el pasado domingo, al encontrarse en la orilla un pequeño animal que fue identificado en primera instancia como un pingüino.

Sin embargo, pasado el sobresalto inicial, se pudo comprobar que se trataba de un arao común. Es un ave de la familia de los álcidos parecido a los pingüinos, pero de menor tamaño, y que, a diferencia de estos últimos, puede volar. Estos ejemplares tienen unas alas muy cortas que utilizan  para impulsarse.