Los frutos secos forman parte de una dieta saludable. Reciben este nombre porque tienen menos del 50% de agua en su composición. Son alimentos con múltiples beneficios para la salud: ricos en proteínas, fibra y minerales que son esenciales para el organismo. Además, son el snack perfecto, ya que, aunque son un producto muy calórico, en raciones moderadas es muy saciante para evitar picar entre horas. A lo largo de numerosas investigaciones, "la evidencia científica sugiere, pero no prueba, que comer 42,5 gramos al día de la mayoría de frutos secos, como los pistachos, como parte de una dieta baja en grasas saturadas y colesterol, puede reducir el riesgo de enfermedades del corazón". Y esta afirmación ha sido ratificada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos.