El Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias contará entre sus filas, repletas de sangre azul, con Carlos de Inglaterra, heredero de la corona británica y príncipe de Gales desde hace casi 60 años, que el pasado 14 de noviembre cumplió unos prometedores 69. Y es que Carlos Felipe Arturo Jorge sigue a la espera de relevar a su madre, Isabel II, la reina más longeva de Europa, que ha arrebatado a su antepasada Victoria el récord de monarca europea con más años de cetro, corona y trono.

Queda ahora por ver si el hombre llamado a reinar en Gran Bretaña acudirá a Asturias para tomar parte en la ceremonia oficial que el Cuerpo de la Nobleza celebra en la Iglesia de San Tirso el Real de Oviedo cada año. Si viniese se encontraría con parientes lejanos, como el duque de Sevilla, grande de España y primo del Rey Juan Carlos, descendiente de la reina Victoria Eugenia de Battenberg, a la que nunca se recordó tanto en España como ahora, cada vez que la reina Letizia luce alguna de las valiosas piezas de orfebrería que dejó en el joyero real español.

A la esposa de Felipe VI la trató en el viaje que los Reyes realizaron a Londres el pasado verano. Tal vez Carlos, un príncipe defensor a ultranza del medio ambiente, granjero ecológico y feroz guardador del patrimonio cultural y natural de su país, sienta curiosidad por conocer Asturias, el "paraíso natural" de España, que guarda bastantes semejanzas con su tierra natal.

La relación de la corona inglesa con Asturias (cuna de la corona española), es innegable. Algunos autores han especulado sobre la influencia que pudo tener la existencia del Principado de Gales en la creación del Principado de Asturias. Carlos lleva el título que corresponde a los primogénitos de los reyes ingleses, pero que a diferencia de España, donde, en condiciones normales, el Principado de Asturias se otorga desde el nacimiento al primer vástago del Rey, no es automático ni hereditario. Debe crearlo cada vez el soberano o soberana. El príncipe es heredero directo al trono desde los 3 años, pero no fue nombrado príncipe de Gales hasta que tuvo 9, el 26 de julio de 1958. Su investidura se celebró once años después. Para convertirse en el heredero más anciano aún deberá aguardar a cumplir los 83, edad a la que falleció Sofía del Palatinado, en 1714, sin haber llegado a ocupar el trono.

Entre los integrantes de la corporación nobiliaria asturiana también está el príncipe Alberto de Mónaco, emparentado, de forma indirecta, con la casa real inglesa, por el matrimonio de su hermana Carolina con Ernesto de Hannover, que no es rey de Inglaterra porque en 1837 el trono (en manos de los Hannover, que luego cambiaron el apellido a Windsor) pasó inesperadamente a la reina Victoria, sobrina del último rey, y se dividió en dos reinos: el de Inglaterra y el de Hannover. Entonces la rama del padre de Ernesto, descendientes del "rey loco", Jorge III, fue eliminada de la sucesión al trono inglés, pero ésa es otra historia.