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Arte

Luis Repiso, en otros lugares de la pintura

Pautas de reinvención para dar con la invención concreta

Obras de Luis Repiso.

No creo que en el arte asturiano haya existido precedente alguno de un pintor que en su trayectoria artística haya experimentado un proceso de reinvención estética tan radical, tan sorprendente y tan admirable como el llevado a cabo por Luis Repiso, bien conocido en el mundo del arte tanto por su trabajo de creación plástica como por las clases de pintura que desde hace mucho tiempo imparte en Oviedo. Sobre ese proceso, una apasionante aventura que en una década ha conducido su obra, desde el convencional bodegón naturalista hasta la abstracción geométrica de inspiración suprematista más esencializada y homologable a la tendencias neoconstructivistas del arte contemporáneo, trata e ilustra la espléndida exposición que ahora podemos ver en la Fundación José Cardín Fernández de Villaviciosa.

Esta exposición comienza iniciado ya el nuevo discurso plástico, a raíz de la inspiración de una de esas noches de desvelamiento que suelen tener los artistas, con repentinas y confusas visiones de luces y formas, que le llevó al convencimiento de que necesitaba pintar las cosas como las pensaba y no como las veía en la realidad. Para romper con las formas percibidas y el espacio ilusionista no se valió del paisaje, como suele suceder en estos casos, sino del objeto, que ya manejaba con el bodegón, y luego de las sugerencias espaciales y compositivas del poscubismo. Nació así un nuevo y muy personal estilo, configuraciones de complejas estructuras, ya geometrizadas, de planos segmentados asimétricos en relaciones formales de inspiración arquitectónica subrayados con un variado e intenso cromatismo.

Contra lo que se podría pensar, esta nueva pintura fue bien aceptada por el público y la crítica, incluso por quienes tenían la mejor opinión de su etapa anterior. Sin embargo la necesidad interior y las expectativas de Luis Repiso pasaban por pintar una obra de mayor esencialidad y pureza plástica y eso exigía "desamueblar" el espacio y desvincular por completo el cuadro del motivo para alcanzar así un ideal estético que ya estaba instintivamente en su pensamiento y que pasaba por una renovación profunda de su pintura. En este punto y ante tan radical vaciamiento, hubo dudas, una necesidad de aferrarse a formas y guiños decorativos anteriores como asimiento de la realidad, breve etapa de transición de la que también figuran algunas obras en la muestra, evidentemente las menos afortunadas.

Llega entonces la separación definitiva de naturaleza y geometría, la búsqueda de imágenes sin representación, autosuficientes, partiendo de las posibilidades del espacio pictórico como territorio para las esencializadas y equilibradas relaciones de forma y color. Al principio protagonizadas por grandes formas rectangulares, de línea o de mancha, de disposición irregular y un dinamismo compositivo que puede recordar los ritmos plásticos de un movimiento como el Arte Madí, del uruguayo Arden Quin, originado en Hispanoamérica del pasado siglo.

Pero son sin duda las pinturas finales de la muestra las que despiertan especial interés y suponen una gran sorpresa, porque sorprendente es que Repiso, un neogeométrico más bien desinformado en cuanto a este tipo de obra, que además en Asturias no es en absoluto frecuentado aunque contemos con el antecedente de calidad suprema del ovetense Manolo Calvo, haya pintado partiendo del monocromo no abstracciones de la realidad sino concreciones de ideas formales tan esenciales, genuinas y plásticamente hermosas. Equiparables por ciento a las tradiciones de la más interesante modalidad de la abstracción geométrica, el AC Concret, planteado por Van Doesburg, santificado por Max Bill y los concretos de "Zurich" en Suiza y extendido después por el mundo y sobre todo América a partir de la creación de la Asociación del Arte Concreto-Invención en Buenos Aires. Algo que pasó en el siglo veinte, que tuvo entonces su eco en España y que ahora mantiene su importancia a nivel internacional, como prueban grandes exposiciones como "La invención concreta" celebrada en el año 2013 en el Museo Reina Sofía con las obras de la Colección Patricia Phels de Cisneros.

Por todo lo comentado, Luis Repiso vive hoy en otros lugares de la pintura, a partir de lo cual ha realizado una de las exposiciones más interesantes del año.

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