Castro; Redondo, Rezza, Doria, Cundi; Joaquín, Ciriaco, Mesa; Morán, Quini y Ferrero. Un once para el recuerdo, una alineación histórica que lleva a añorar los años dorados del sportinguismo. "En El Molinón estábamos seguros y la afición nos ayudaba; solo nos faltó el título", recuerda Joaquín, integrante de aquel equipo, y a la vez el jugador que más veces ha vestido la camiseta rojiblanca en la historia del club.

El once habitual era recitado de carrerilla, pero en aquella plantilla también estaban David, Abel, Uría o Maceda. "Aunque en casa éramos muy fuertes, después viajábamos a cualquier lugar y también dábamos la cara. Sólo nos faltó ponerle la guinda al pastel", apunta Joaquín.

Aquel Sporting entrenado por Miera en la temporada 1978-1979 pasó a la historia. Sólo una derrota en casa ante el Madrid en el tramo final de Liga, en el único tropiezo en El Molinón, les impidió alcanzar cotas mayores. "Nos penalizó mucho la expulsión de Ferrero en Salamanca. Y nos mató también el gol de Santillana en casa. Lo intentamos todo, pero no nos salió", explica.