Un Sporting, descosido por el centro, no fue rival para un Cádiz que pudo hacer, desde el comienzo, el partido que más le convenía para sus intereses.

Paco Herrera intentó taponar el agujero central, por la lesión de Sergio Álvarez, con la presencia de 2 hombres por delante de Bergantiños en esa parcela. Los elegidos fueron Carmona y Moi Gómez que no parecieron responder a las expectativas del técnico local.

Ya desde el comienzo el equipo visitante intentó llevar la iniciativa pero el partido permanecía igualado ya que como es habitual el Sporting tampoco se sentía incómodo sin la pelota.

Todo cambió con el tanto de cabeza de Garrido mediada la primera parte. En un saque de esquina, como ocurrió también en el partido previo frente al Valladolid, el centrocampista gaditano remató con facilidad para superar aun impotente Mariño.

El Sporting intentó reaccionar justo a continuación pero los dos remates de Santos no tuvieron el fruto apetecido.

Álvaro Cervera estaba feliz, con el partido soñado previamente en la pizarra. Con el marcador a favor y con dos auténticos puñales por las bandas, como son Salvi y Ávaro García, los visitantes volvieron locos a una impotente defensa gijonesa.

Ni siquiera el paso por vestuarios sirvió para aclarar las ideas al equipo de Paco Herrera. Los jugadores lo intentaban y se desplegaban físicamente por el campo pero aparentemente sin una idea clara de lo que debían hacer.

De esta situación sacó partido el Cádiz. Otra cabalgada de Salvi por la derecha le permitió centrar desde línea de fondo. Álvaro García cruzándo de banda a banda se adelantó a la defensa en el primer palo para marcar a placer.

La entrada de Rachid y Pablo Pérez al terreno de juego trató de revitalizar el encuentro pero todo fueron balas perdidas ante un Cádiz que se mostraba muy sólido por el centro y rapidísimo por las bandas en las contras.

Cuando ya se cumplía el tiempo reglamentario, un nuevo contraataque de Salvi permitió al recién ingresado Barral marcar el tercero y definitivo justo antes del pitido final.

Este último tanto desató las iras del público que permanecía en El Molinón y que despidió a su equipo entre silbidos descontentos por la actuación de su equipo.

No le salió nada, en la noche de hoy, al conjunto rojiblanco que no pudo hacer frente a un Cádiz que en cuanto se puso por delante en el marcador manejó el partido a su antojo.

Los gijoneses buscarán la reacción, la próxima semana, en tierras manchegas. Enfrentarán los rojiblancos al Albacete Balompié el próximo domingo a las 20:00h