Declaración 'Futur Sense Tòxics'

El mundo médico advierte del efecto de los plásticos en la salud: "No todo lo legal es saludable"

Más de 70 especialistas firman un manifiesto que alerta de que los tóxicos cotidianos causan cáncer, ovario poliquístico o endometriosis, entre otras enfermedades

Una botella de un solo uso.

Una botella de un solo uso. / / EFE

Beatriz Pérez

Las sustancias químicas y materiales presentes en productos de consumo como alimentos, envases, utensilios de cocina, téxtiles, plásticos, artículos de limpieza e higiene tienen un "impacto transgeneracional" en la salud de las personas. ¿Qué quiere decir? Que la exposición, aunque sea a pequeñas dosis, continuada durante el tiempo causa enfermedades no solo en la persona, sino también en sus hijos.

Los médicos creen que detrás de muchos casos de endometriosis, síndromes de ovario poliquístico, cáncer de ovarios y de páncreas, déficits de atención u obesidad se encuentran estas sustancias tóxicas derivadas del plástico. Por eso más de 70 personalidades del mundo de la ciencia y la medicina se han sumado a la declaración 'Futur Sese Tòxics', impulsada por la entidad Rezero, que lucha por un modelo de producción y de consumo hacia el residuo cero.

Rezero reclama, principalmente, tres medidas vinculadas a la toxicidad del plástico: prohibir el uso de envases de plástico de un solo uso, prohibir el reciclaje o reutilización de productos que se conviertan en residuos que contengan contaminantes orgánicos persistentes y prohibir el uso de neumáticos reciclados como material de elaboración de baldosas o cualquier otro tipo de pavimentos en centros escolares o de ocio infantil. "No todo lo legal es saludable", ha avisado la pediatra del hospital Sant Joan de Déu Elena Codina.

Los principales contaminantes

El manifiesto ha sido presentado este miércoles en el Col.legi de Periodistas de Catalunya. "Como clínico me preocupa enormemente lo mucho que ha cambiado el medio ambiente en que se desarrolla el ser humano. Los niños están mamando esto desde el embarazo y la lactancia. Los contaminantes están en la leche materna, en la placenta, en el cordón umbilical", ha explicado Nicolás Olea, catedrático del departamento de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Granada. Según él, hay unos 148.000 componentes químicos en el mercado y una persona puede estar expuesta a unos 32.000.

"Estas sustancias tienen la capacidad de ser activas a pequeñas dosis y tener un efecto transgeneracional"

Elena Codina

— — Hospital Sant Joan de Déu

Los más frecuentes son el bisfenol A, los perflorados y los ftalatos. "El bisfenol A es el componente mayoritario del plástico. Contribuye al cáncer hormonodependiente. Se denunció su presencia en las latas de conserva en España en 1995 y hasta este año no se había decidido reducir el grado de exposición humano. Es el mayor ejemplo de fracaso", ha explicado el doctor Olea.

Los perflorados, por su parte, están presentes en las sartenes antiadherentes y la ropa antimanchas ("la que no se mancha"). "Una vez dentro del organismo no sabemos cómo eliminarlos. Hay unos 12.300 tipos de perflorados y Europa ha prohibido 37", ha añadido.

Rezero consiguió que España incluyera la prohibición del bisfenol A y los ftalatos en los envases alimentarios en la ley de residuos de 2019, pero aún no se ha desplegado ningún reglamento para cumplir la medida.

Los firmantes reclaman un nuevo marco normativo que amplíe la protección frente a los tóxicos y que garantice que se cumplan las normas ya existentes

En tercer lugar, los eftalatos están presentes en perfumes, fijadores de pelo, adhesivos y colas, productos automotores, recubrimiento de vinilo para suelos, plásticos como el PVC, adhesivos, tintas de impresión, selladores, lechadas para la construcción, aditivos para perfumes, desodorantes, fijadores de pelo, esmalte de uñas e insecticidas.

En la rueda de prensa del manifiesto también ha estado presente Elena Carreras, jefa de Obstetricia y Ginecología Reproductiva del Hospital Vall d'Hebron, que ha explicado que muchos químicos llegan de la madre al feto a través de la placenta, por lo que "llegan a la criatura desde el minuto cero". "Las sociedades pediátricas estamos realmente preocupadas por la contaminación del entorno. Estas sustancias tienen la capacidad de ser activas a pequeñas dosis y tener un efecto transgeneracional", ha explicado por su parte Elena Codina, responsable de la Unidad de Salud Mediambiental del Hospital Sant Joan de Déu (Esplugues de Llobregat). Codina ha puesto énfasis en el hecho de que los niños "vivirán mucho más tiempo expuestos a estos tóxicos" que los adultos. "Somos responsables de protegerlos".

"Contaminación silenciosa"

Para Ethel Eljarrat, directora del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del CSIC, este tipo de compuestos producen una "contaminación silenciosa", ya que una exposición diaria a pequeñas dosis puede provocar, a la larga, "daños" en la salud humana. "Sabemos que los padres y madres que viven en un ambiente con muchos insecticidas tienen niñas con más síndromes de ovarios poliquísticos, o niños con un tamaño del pene más pequeño.

"Hay mucho más ovario poliquístico, abortos e inmadurez de la placenta que antes", ha dicho por su parte Carme Valls, representante del Centre d'Anàlisi i Programes Sanitaris.

La directora de Rezero, Rosa García, ha insistido en que los países "llegan tarde" a la hora de regular este tipo de productos. Falta voluntad política, ya que a menudo estas medidas van en consonancia con el decrecimiento, como ha recordado el doctor Olea. "Nosotros pedimos regular estas cosas y reclamamos un nuevo marco normativo que garantice que se cumplan las normas ya existentes y que amplíe la protección en base al conocimiento científico independiente", ha reclamado García.