Fallece a los 77 años Anselmo López Acha, empresario textil y exdirectivo del Oviedo

El corazón de Anselmo López Acha se paró este viernes en su querida Salinas, poniendo fin a 77 años cargados de emprendimiento y disfrute de sus grandes pasiones: el Oviedo, el mar y la montaña. Una fulminante enfermedad oncológica truncó la vida del que fuera empresario textil y exdirectivo del club azul, que, una vez alcanzada la jubilación, se había volcado por completo en sus aficiones y en pasar tiempo con su numerosa familia.

López Acha era primo del expresidente del gobierno José María Aznar, también del diplomático Javier Vallaure de Acha (sus madres eran hermanas). Su padre, Anselmo López-Valdivieso –hermano de la madre del exlíder del PP–, fue alcalde en funciones de Oviedo durante los años sesenta, y se casó con María Isabel de Acha, natural de Salinas. Tenía cuatro hermanos: Maribel, Jaime –ya fallecido–, Paloma y Belén. Desde bien joven, Anselmo estuvo vinculado a Blanco y Negro, conocido comercio de moda familiar ya desaparecido, aunque posteriormente siguió su propio camino con la firma Modital, una fábrica textil especializada en blusas de seda, ubicada primero en Gijón y luego en Llanera, con una considerable cartera de clientes en toda España y parte de Portugal.

Vivió en Italia durante dos años para formarse en el mundo de la moda. Ya de vuelta, se casó con Carlota Tartiere, con la que tuvo cinco hijos: Ignacio, Carlota, Anselmo, Alejandro y Victoria. "Se desvivía por ellos", aseguran desde su entorno, añadiendo que también estaba entregado a sus cinco nietos: Carlota, Pelayo, Paula, Martina y Jacobo.

En 1977 entró en la directiva del Real Oviedo de la mano del presidente Jesús Riesco Morán. Posteriormente, también colaboraría con los presidentes Daniel García Yagüe, José Manuel Bango y Eugenio Prieto. "Era un enamorado del equipo, un entusiasta tremendo que siempre echaba una mano", comentó ayer Eugenio Prieto tras conocer la noticia de su fallecimiento.

Amigo de futbolistas

Vecino de la calle Guillermo Estrada, justo al lado del antiguo Carlos Tartiere, López Acha tejió grandes amistados con futbolistas y entrenadores del club. Tensi fue uno de sus grandes amigos, como también lo fue Javier Irureta, el técnico vasco que llevó por primera y única vez a los azules a jugar en Europa. "Era un gran tipo, buenísima persona", declaró ayer a este diario el que fuera legendario jugador del Atlético de Madrid y el Athletic de Bilbao.

En Los Arenales, donde en la tarde de ayer se instaló la capilla ardiente, los hijos recordaban la pasión que su padre ponía a todo. "Se retiró y disfrutó un poco de la vida. Le encantaba pescar, sobre todo bonito, y llegó a ganar algunos campeonatos. Tenía guardados los recortes de LA NUEVA ESPAÑA con los triunfos", explica su hijo Nacho, subrayando que sus aficiones abarcaban mucho más que sus adentramientos en alta mar para echar la caña. "Me vienen muchos recuerdos en la cabaña familiar de Ponga, junto al bosque de Peloño, a donde solía ir en cuanto podía a disfrutar del monte", añade el primogénito.

De todos modos, si algo le podía era su oviedismo. "Aunque ya no solía ir al campo por cuestión de los accesos, siempre estaba queriendo hacer socios a los nietos y no perdía partido por la televisión", subraya la familia.

La capilla ardiente está instalada en la sala número 4 de Los Arenales. La capilla del tanatorio acogerá a las 12.45 horas una celebración de la palabra en su memoria. Además, el lunes a las 12.00 horas se recibirán sus cenizas en la basílica de San Juan el Real. El mismo templo será escenario de una misa por su eterno descanso el próximo domingo día 12.