Opinión

Toros, sí, fiestas de prao, no

Llevamos dos veranos sin carteles fosforitos anunciando los patronos de nuestros pueblos. Sin orquestas gallegas. Sin panderetas repicando ni voladores despertándonos. Sin mocinas gozando una vez al año de esos trajes asturianos, con pesados dengues y faldas que al vuelo esconden sueños. Con comisiones en duermevelas, que ojalá pronto puedan volver a pedir por las casas 2,3 o incluso 20. Como siempre se ha hecho.

Dos veranos ya, sin poder disfrutar de nuestras tradiciones, las que nos unen como pueblo y nos recuerdan quiénes somos. Porque si hay algo característico de esta comarca oriental, son las fiestas de prao.

Pero lo que sí hemos tenido este mes de agosto ha sido el anuncio de la novillada en Cangas de Onís, acto que se ha cancelado no por el rechazo social que generó a su alrededor sino por un error en la licitación de la ubicación: finca inundable cerca del caudal del Güeña.

Es decir, que si no hubiera sido por la Confederación Hidrográfica, en Mestas de Con, donde no pudieron celebrar San Cayetano – ay, San Cayetano, cuántos recuerdos- , sí hubiesen podido celebrar una novillada, porque trae riqueza al pueblo, dicen.

Asumo, pues, que nuestras fiestas no se permiten no por la pandemia sino porque los vecinos somos pobres. Los Nadie, que ya dijo Galeano.

No debe verse en esta reflexión ni un ápice de compromiso con ningún partido político. Es más, por todos es sabido, como ha dejado claro el Ayuntamiento de Cangas de Onís, que esta novillada estaba permitida desde la Delegación del Gobierno –es decir, de todo hay en la casa del Señor– como una reivindicación cultural.

Para pedirnos que además de manifestarnos por lo que no queremos, lo hagamos también por lo que sí ansiamos, deberíamos reclamar con ahínco que nos dejen celebrar Castru, Rozada, San Antoniu, la Salud de Carreña y San Fausto en Trescares.

Porque ahí están nuestros lazos de unión. En esos días de fiesta cantándoles a nuestros Patronos y Patronas se forjan las fuerzas de nuestra comunidad y se escribe en nuestras memorias parte importante de nuestra cultura, que no sé si viene con dinero, pero no tengo duda de que nos enriquece como pueblo.

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