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Profesor de la Facultad de Economía y Empresa

Decepción por la formación en Economía y Empresa

Lo que implica que se dé aprobado general en algunas asignaturas optativas consideradas difíciles

El siguiente diálogo es muy similar a otro real ocurrido recientemente entre un alumno de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Oviedo y quien escribe esto. Profesor: "Es sorprendente el nivel tan bajo en matemáticas elementales del alumnado, hablo de matemáticas de 2.º y 3.º de la ESO". Alumno: "Es cierto, además estamos poco acostumbrados a pensar". Profesor: "Pues pensar es imprescindible para poder manejarse en la vida profesional y yo pretendo que lo sea también para seguir y aprobar mi asignatura". Alumno: "Estamos poco acostumbrados a ello, pues ese sistema no es el que predomina en la Universidad". Profesor: "Cierto, yo obtengo peores resultados académicos por el bajo nivel en matemáticas de los alumnos y porque apenas razonan". Alumno: "¿Cuántos alumnos aprueban tu asignatura?". Profesor: "Termino aprobando a muchos, incluso más del 70%". Alumno: "Ahí tienes un problema, es un porcentaje bajo para una asignatura optativa. Algunos profesores el primer día de clase nos dicen que todos tenemos de entrada aprobado y otros profesores 'regalan' el aprobado". Profesor: "Ya lo suponía, trataré de comprobarlo".

Para no aburrir con números me centraré solo en los grados el de Administración y Dirección de Empresas y el de Economía de la citada Facultad, pues son los que más alumnos tienen. Tomando datos de los Informes de Rendimiento Académico referidos a las tres últimas promociones que son las únicas completas del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES, llamado plan Bolonia) podemos ver el nivel de aprobados.

En el grado de Economía, en los tres primeros cursos del grado, referidos a las tres últimas promociones finalizadas, la media de aprobados sobre presentados (denominada tasa de éxito) es del 77,6%, mientras que el porcentaje de aprobados de media en el 4.º curso, en el que todas las asignaturas son optativas, es del 98%, lo que supone un incremento medio del 26,3%. Si se prescinde del primer curso para no considerar los alumnos que se han equivocado de carrera, comparando el incremento de aprobados de las asignaturas optativas de 4.º con las obligatorias de 2.º y 3.º es superior al 23%.

Con datos de Administración y Dirección de Empresas se obtienen resultados muy similares. La media de aprobados de los 3 primeros cursos es del 77,7% y la de las optativas de cuarto curso es del 97,8%, lo que supone un 25,8% más. Por otro lado, el incremento de aprobados de las optativas respecto de las asignaturas de 2,º y 3,º es superior al 20%.

Si miramos los resultados de las asignaturas optativas es llamativo observar, por ejemplo, que en el grado de Economía, el número de estas asignaturas en las que han aprobado el 100% de los presentados en todas las promociones finalizadas con el EEES es del 32% y el de optativas con el 100% de aprobados en 2 o en 3 de las promociones citadas es del 63,6% del total de optativas. Pero lo realmente sorprendente es que muchas de estas asignaturas sin lugar a dudas cabría calificarlas de difíciles o bastante difíciles.

Estimado lector, especialmente si usted fue alumno de esta Facultad hace unos cuantos años y no se cree estos datos acuda a la web http://econo.uniovi.es/organizacion/calidad/informes, elija el curso 2015-2016 del grado que desee y entre en el Informe de Rendimiento Académico en el que podrá ver los datos indicados y varios más detallados por asignaturas.

Los resultados anteriores plantean algunas cuestiones. ¿Son lógicos estos porcentajes de aprobados en unas carreras que no tenían nota de corte para entrar? (tal sistema se introdujo en el curso 2013-2014 con una nota de 5 puntos). ¿Es razonable que los porcentajes de aprobados en las asignaturas optativas, que en general no parecen más fáciles que las obligatorias, es más de un 25% superior al de las obligatorias? ¿Es lógico que asignaturas difíciles aprueben el 100% de los alumnos todos los años?

Si uno se fija en las asignaturas optativas que tienen 100% de aprobados todos los años y considera además su contenido y el número de alumnos matriculados junto con la tendencia de éstos, probablemente encuentre la explicación de lo que ocurre y que coincide con las afirmaciones de muchos alumnos. Asignaturas difíciles que no tienen muchos matriculados y con riesgo de desaparecer suelen tener 100% de aprobados todos los años. Hace poco me preguntaba un alumno ¿qué problema hay con que desaparezca una optativa por tener pocos alumnos? La respuesta es sencilla, el profesorado implicado pierde esa docencia que desea mantener. Digámoslo claramente una vez más, las optativas en buena medida son un fraude para los alumnos. Un buen número se pusieron pensando en los intereses de los profesores y no en el de los alumnos. Tal como suena, un fraude en formación de conocimientos y de actitudes. ¿Qué mensaje le enviamos a un alumno que sabe que una asignatura difícil la tiene aprobada desde el principio, haga lo que haga? ¿Qué actitud pretendemos que adquieran los alumnos en un sistema que no exige esfuerzo alguno para aprobar y al que le gusta presumir de tasas de éxito sin más? ¿Cuántos aprobados quiere el Consejo Social de la Universidad (formado por miembros de la sociedad, no sólo de la Universidad) que se obtenga en una asignatura? ¿Es peor profesor el que aprueba menos? Por favor, que nos digan cuantos aprobados quieren y los tendrán, pues nada es más fácil para un profesor.

Créanme, sé muy bien de lo que hablo si les digo que la capacidad de enfrentarse a problemas, la capacidad de razonar, la capacidad de abordar los temas con visión global, la inquietud por mejorar no se están incentivando en esta Facultad. El director gerente de Fundación Estatal para la Formación en el Empleo indicaba recientemente que los pasos ineludibles que debe dar un joven para entrar en el mercado laboral son en este orden: inquietarse, espabilar, informarse y formarse. Hay múltiples declaraciones recientes de formadores y empresarios en el sentido de que las empresas cada vez valoran menos las titulaciones y más las actitudes. Parece que a esta Facultad le importan poco estas afirmaciones y estos valores.

Con todo lo anterior (que por ciertas informaciones parece bastante extrapolable a algunas otras facultades) no debe sorprendernos el titular de LA NUEVA ESPAÑA del 3-3-2017 que decía "Los jóvenes y los titulados universitarios protagonizan la subida del paro regional". Espero que dentro de poco surjan voces críticas de egresados quejándose de la formación recibida, tanto en conocimientos como en actitud, para ver si así se mejora algo dicha formación. Les juro que yo ya he oído alguna queja de egresados recientes en este sentido.

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