"Con mochila y a lo loco", el grupo de montaña más "joven" del Occidente (esta es su historia y propósito)

Camilo Sousa lidera este proyecto en el que participan una treintena de niños menores de 15 años y cuyo objetivo es inculcarles pasión por el monte

El grupo posando en una de sus salidas.

El grupo posando en una de sus salidas. / R. T. C.

El guía de montaña Camilo Sousa, más conocido por su programa “Mochileros”, de TPA, quiere inculcar la pasión por la montaña a las generaciones venideras. Ese es el objetivo del grupo infantil “Con mochila y a lo loco”, que nació hace tres años en el Occidente sin más pretensión que lograr que los niños se enganchen al monte. Actualmente cuenta con una treintena de integrantes, de entre 7 y 15 años, que se juntan aproximadamente una vez al mes durante el periodo escolar para recorrer diferentes enclaves de la comarca.

“Lo que hacemos es salir con ellos al monte y que se lo pasen bien, intentar que se enganchen y, de paso, transmitirles valores de respeto a la naturaleza. Básicamente lo que hacemos es caminar y jugar”, cuenta Sousa. La idea surgió cuando el propio guía empezó a salir con sus hijos y planteó a su grupo de montaña, El Estoupo, de Valdés, la posibilidad de dar opciones a más niños. La iniciativa se amplió a otros clubes del Noroccidente como Marqués de Casariego, de Tapia, de donde procede el grupo más numeroso, o Pandela, de Vegadeo.

Los montañeros en una de sus caminatas.

Los montañeros en una de sus caminatas. / R. T. C.

La actividad es gratuita para los pequeños, el único requerimiento es que sean socios de un club de montaña y estén federados. “La idea era plantearlo a los clubes cercanos para hacer rutas por aquí y que no hubiera grandes desplazamientos”, explica Sousa, que está acompañado en este proyecto por los montañeros Rafael Lasarte y Noelia Fernández. No en vano, son las propias familias de los críos las que se ocupan de llevarlos hasta el lugar pactado para iniciar la caminata. “No hay un calendario muy definido. A principios del trimestre se plantean las salidas y normalmente se para durante el verano, así que a lo largo del año hacen una media de siete salidas. En este tiempo han recorrido rutas como Cadavedo-Cabo Busto (Valdés), la senda Naviega (Navia), la ruta del pico Palancas (Cudillero) y hasta han hecho una tapa del Camino Primitivo, de Salas a Cornellana.

“Los críos lo pasan muy bien. Lo que necesitan para engancharse al monte es tener un grupo de amigos de la montaña y eso se está logrando porque en mayo haremos tres años. El primer año teníamos miedo al parón del verano, pero después volvieron. Me presta mucho porque veo que a los guajes les viene muy bien”, señala el popular montañero. Explica que también intentan enseñar al grupo a reaccionar ante un accidente, explicando nociones básicas de socorrismo. Además, mientras caminan van viendo setas, flores o árboles y hasta descubren cómo identificar huellas de animales. Otro de los aprendizajes de estas caminatas es el de aprender a orientarse con ayuda de un mapa.

Una de las caminatas.

Una de las caminatas. / R. T. C.

Sousa deja claro que el grupo no es una guardería, que todos los participantes saben a lo que van y sus familias conocen bien el tipo de actividad que se está planteando. “Igual un día llegamos de barro hasta al moño o con cortes por culpa de los hartos”, relata el popular montañero.

Sousa quiere inculcar a las generaciones del futuro el gusto por el monte: “El nuevo montañismo no es lo que yo vendo, yo apuesto por la montaña como un lugar al que ir a pasear y disfrutar. Salir a la naturaleza es vivir con lo básico y los críos descubren que son capaces de divertirse con cuatro pijadas. Hay que dejarles y que le den al coco. Allí la cabeza está a otra cosa y se lo pasan bien”. En el trasfondo de esta iniciativa está el caballo de batalla del relevo generacional en los grupos de montaña. Desde luego "Con mochila y a lo loco" aporta savia joven para el monte occidental.