Influencia rusa

El pulso en Georgia contra la ley de "agentes extranjeros" se recrudece

El Gobierno convoca a sus partidarios a las calles para contrarrestar en las calles de Tbilisi a sus detractores, que llevan más de una semana exigiendo en manifestaciones la retirada de un proyecto de ley que les aleja de la UE

Protestas contra la ley de agentes extranjeros impulsada por el Gobierno de Georgia.

Protestas contra la ley de agentes extranjeros impulsada por el Gobierno de Georgia. / EP

Álex Bustos

Quién siembra vientos recoge tempestades. Esto es algo que los dirigentes de Sueño Georgiano, el partido oficialista de Georgia, deben pensar después de rescatar el proyecto de ley de agentes extranjeros, también conocida como la ley de transparencia, que sigue la estela de la legislación rusa. Aunque hay algún matiz que cambia respecto al intento realizado el año pasado –de "agente extranjero" pasa a ser oficialmente "organización sirviendo a un poder extranjero", la idea es la misma, señalar a oenegés, medios y personas con una etiqueta peyorativa si reciben dinero de otro país. Los georgianos saben lo que esta ley implica y llevan más de una semana remarcando en las calles de la capital que no quieren algo así para el país caucásico.

Los organizadores de las protestas del pasado sábado anunciaron un estado de "protesta permanente" que seguirá en pie hasta que se retire el polémico proyecto de ley. A diferencia de 2023, cuando el Ejecutivo se echó para atrás a la hora de aprobar un proyecto de ley prácticamente idéntico, parece que recular no es ahora una opción para los líderes georgianos. Así lo defendía Tea Tsulukiani, viceprimera ministra y ministra de Cultura y Deportes. Aseguró en un tono directo que ella y su partido no piensan "estar a las órdenes de nadie" y que desde su punto de vista se está "respondiendo a la demanda del pueblo georgiano".

El Gobierno, después de ver cómo sus conciudadanos clamaban contra la iniciativa legislativa, ha convocado a sus partidarios el próximo 29 de abril para responder en las calles, el día en el que la ley deberá pasar el siguiente trámite en el Parlamento, donde el partido oficialista cuenta con mayoría dentro de la Cámara, con 83 de los 150 diputados. Ya pasó el primero de ellos el pasado 15 de abril, no sin polémica, pues ese día el líder de la oposición, Aleko Eliashvili, golpeó dentro del hemiciclo a uno de los representantes de Sueño Georgiano, Mamuka Mdinardze.

El tortuoso camino europeo de Georgia

La polémica ley no gusta en Bruselas, que la considera un acercamiento a los métodos de la Rusia de Putin y un obstáculo para la integración del país en la UE. Josep Borrell, el alto representante de la UE de Política Exterior y Seguridad, criticó en redes sociales la iniciativa, que señala que "no sigue las normas y valores de la UE". Argumenta que "limitaría el trabajo de las oenegés, los medios y la libertad de expresión". Para no poner más palos en las ruedas, recomienda a los líderes georgianos que conduzcan al país "por el camino de la UE". Georgia es, junto con Ucrania, Bosnia-Herzegovina, y Moldavia, un país candidato a formar parte de la organización supranacional. Además, Albania, Serbia, Montenegro y Macedonia del Norte están negociando su candidatura; y Turquía, lleva años con las conversaciones encalladas. Según un sondeo de abril de 2023, cerca del 89% de los ciudadanos georgianos estaría a favor de formar parte de la Unión Europea.

El portavoz del Parlamento georgiano Shalva Papuashvili, denostó el pasado jueves la postura europea sobre la ley de agente extranjero, que considera "cínica". En su crítica denunció que las protestas las ha organizado el movimiento 'Vergüenza', al que acusa de haber recibido dinero de la UE. "Los críticos (a la ley) forman parte del Fondo Europeo para la Democracia, y son miembros importantes del mismo. Sabemos que directamente han financiado el movimiento Vergüenza", argumentó.

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