La obra de la Comisaría de la Policía Local de Gijón, ya recepcionada: esto es lo que queda por hacer

En el entorno de la nueva Comisaría de la Policía Local se veía ayer a algún operario en el interior, en la planta baja, manejando un ordenador, y a varios más en el exterior, en las zonas de cabinas de los trabajadores, haciendo lo que parecían ser los últimos remates y recogida de materiales de una obra que, de hecho, ya se recepcionó la semana. Superado este trámite, el Ayuntamiento está ahora en condiciones de lanzar la otra gran actuación prevista: el anunciado contrato para la adecuación de los accesos, con una licitación en anuncio premio que estima una inversión de 780.000 euros. Falta, también, la instalación del mobiliario interior, que será uno de los últimos pasos pendientes para poder iniciar un traslado que se está diseñando por fases y que prevé dejar abierta la vieja Comisaría de San José hasta que se complete el proceso. Así, con ambas sedes operativas, se busca garantizar que el cuerpo se mantenga operativo y funcionando con normalidad en todo momento.

Buena parte del material de construcción en el entorno estaba ayer ya recogido, sobre todo en la explanada verde más amplia, la que queda más alejada del Palacio de Justicia. Este tramo, aunque como todo el perímetro permanece vallado y con carteles de la constructora en los que se advierte la prohibición de entrada al recinto, luce con su tramo de adoquines ya rematado y hasta pequeños árboles ya plantados en los espacios verdes. Salvo por el perimetraje metálico y un contenedor de residuos que se atisbaba ayer en una de las esquinas, la plaza luce ya lista.

El otro espacio exterior, el que se encuentra más pegado al Palacio de Justicia, aún tenía ayer varias casetas de obra instaladas, pero el entorno lucía el mismo aspecto de estar acabado o solo pendiente de remates, con apenas un par de operarios merodeando la zona. El edificio, visible en su planta baja desde fuera a través de la cristalera, está completado y desde fuera se atisba, a través de las cristaleras, que ya se han instalado incluso detalles como los carteles indicativos para la colocación de extintores. Según explicaron fuentes municipales, la obra se recepcionó ya la semana pasada y queda solo pendiente la acometida de alta tensión. En este último mes, de hecho, los trabajos se centraron, sobre todo, en adecuar estas plazas exteriores y en dotarlas de arbolado, bancos y papeleras.

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Superado este trámite de recepción, lo que queda ahora por delante es un traslado por fases pendiente de iniciarse y, antes, y de manera prioritaria, la obra de seguridad de los accesos, un contrato que ya se había anunciado hace meses y que busca blindar el edificio con barreras de seguridad y un sistema informático de control de accesos. La actuación, de hecho, lleva semanas anunciada en la Plataforma de Contratación del Estado como un anuncio previo, donde se estima la citada inversión de 780.000 euros. Desde el gobierno local ya habían explicado que se ha tratado de "agilizar" la tramitación de esta nueva actuación para evitar nuevos parones en una obra que comenzó en 2020 y que tendría que haber terminado hace dos años, pero que se demoró tras un modificado en el que se preveía un cambio de usos al edificio, incluyendo otros espacios municipales, que se acabó descartando tras el cambio en el gobierno local, que dictaminó que incluir nuevos usos en el edificio podría implicar riesgos para la seguridad de los agentes.

En cuanto al traslado, que depende también de que culmine toda la instalación del mobiliario interior, se prevé organizarlo por fases, de manera escalonada, para evitar un trastorno en la actividad ordinaria del cuerpo. La idea, de hecho, es que ambas sedes, la nueva y la de San José, se mantengan operativas durante los meses que duren estos trabajos, una decisión consensuada con la jefatura del cuerpo y con la que se busca una transición más pausada.

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