Elecciones 9 junio

El PP recupera la amnistía para las europeas y hará bandera de la inmigración y el campo ante la resistencia de Vox

Génova peleará por el relato de los resultados catalanes al comprobar que hay voto contra la ley del perdón a los soberanistas

Alberto Núñez Feijóo junto a Esteban González Pons y Dolors Montserrat en una reunión con los candidatos europeos.

Alberto Núñez Feijóo junto a Esteban González Pons y Dolors Montserrat en una reunión con los candidatos europeos. / Diego Puerta

Paloma Esteban

La dirección nacional del PP vuelca todos sus esfuerzos ya en preparar la campaña de las elecciones europeas. La ley de amnistía volverá a ser el pilar de su discurso contra Pedro Sánchez y sus alianzas, después de que en la campaña catalana quedara fuera del foco principal. En Génova dieron por hecho desde el principio que los resultados del 12 de mayo impactarían de lleno en la cita europea. Por eso, la rotunda victoria del PSC da munición a Pedro Sánchez para defender sus decisiones -también el perdón al procés-. El PP, sin embargo, hace una lectura muy distinta al considerar que buena parte de los electores de ERC han ido a parar a los socialistas y que el crecimiento de la derecha, que se opone claramente a la amnistía, prueba también el rechazo que existe.

No solo eso. Los populares siguen insistiendo en que la amnistía solo fue “una moneda de cambio” para lograr la investidura y que no responde a los propósitos de una reconciliación. Ese relato mutuo, el del PP y el PSOE, se lleva peleando durante meses en las instituciones comunitarias. Y entrará de lleno en la campaña electoral. Los conservadores organizarán una nueva manifestación el 26 de mayo en Madrid, precisamente, para oponerse de nuevo en las calles a la amnistía, que se aprueba definitivamente el día 30 en el Congreso.

Con la amnistía en el centro, el PP trabaja con otros debates clave para las elecciones. Pero la agricultura y la inmigración serán especialmente relevantes y se los disputan también con su rival por la derecha, Vox -que ha demostrado su fortaleza con sus discursos en estas áreas- y todos sus socios europeos.

Este sábado, precisamente, los populares organizan un acto en la Región de Murcia, como antesala de uno de los grandes asuntos: la situación límite que viven los agricultores en toda Europa, el futuro del Pacto Verde y del propio sector, que necesita actualizarse y que lleva tiempo advirtiendo de la asfixia por la burocracia y las normas europeas.

Las tractoradas grandes capitales de todo el continente meses atrás dieron buena cuenta de que el sector primario necesita respuestas en estas elecciones. La candidatura del PSOE con Teresa Ribera al frente habla por sí sola. Pero también el PP, que consiguió hacerse con el mando de la postura de su partido a nivel europeo en el último congreso de Bucarest (Rumanía), quiere dar la batalla. La idea que defiende el PP es encontrar un equilibrio entre la agenda verde y los objetivos que se exigen a los agricultores, sin imponer ritmos que son inviables. Los populares en España rechazan lo que llaman “ecologismo radical” y que a su juicio representa Ribera. Pero dentro de la familia conservadora hay más visiones.

La inmigración ya ha jugado un papel clave dentro de la campaña catalana. En Génova rechazan la visión de que se han radicalizado para frenar a Vox y ponen el acento en los propios resultados: el partido de Santiago Abascal mantuvo sus 11 diputados a pesar de los 12 que ganó el PP hasta posicionarse como cuarta fuerza con 15. Con todo, fue el propio Feijóo quien defendió en campaña un discurso que no había hecho antes, relacionando el fenómeno de la inmigración con la inseguridad y la okupación de viviendas.

El PP asegura que su postura no es la de Vox, aunque reconoce que en Cataluña -ejemplo de ello es Badalona, con un discurso de Xavier García Albiol de sobra conocido- el debate de la inmigración “preocupa” a una inmensa mayoría de ciudadanos, rechazando que se trate de una visión xenófoba. Y dan por hecho, según dirigentes de la cúpula del PP, que también es un asunto clave en toda Europa.

La familia conservadora a nivel comunitario viene defendiendo más controles en las fronteras para evitar que la capacidad de integración en el continente se vea desbordada. En el propio documento salido del congreso de Bucarest en el mes de marzo ya hablaban de evitar “la migración descontrolada” y, entre otras medidas, proponían triplicar los efectivos de Frontex. 

En el caso de Vox, la postura es mucho más radical porque el objetivo se acerca al cierre de las fronteras. Sea como sea, el PP ha ido navegando en el debate porque a pesar de que mostró su tono contundente en Cataluña, hace solo unos días apoyó en el Congreso la regularización de 500.000 inmigrantes junto al PSOE dando trámite a una iniciativa legislativa popular. Uno de los argumentos de los populares siempre fue que la postura tendría que ser coherente con el pacto migratorio europeo. Solo el partido de Abascal votó en contra. 

Ajuste de expectativas

Esteban González Pons dirige la campaña de las europeas y mantiene interlocución constante con el resto de sus socios de la familia conservadora. La secretaria general, Cuca Gamarra, coordina los debates con los presidentes autonómicos del PP, a los que Feijóo ha pedido máxima movilización como si se tratara de unas elecciones propias.

El dirigente conservador necesita rematar este ciclo electoral con una victoria sobre el PSOE, que ya no prevé que vaya a ser tan rotunda. Los populares parten de 13 diputados y los socialistas, de 21. Pero en el PP ya han ido ajustando expectativas y no ven el descalabro de Sánchez que previeron en un inicio. Los socialistas aguantarán y el PP necesita superarlos.

El PP siempre ha planteado la amnistía como un debate de ámbito nacional -no solo catalán- y también europeo. Las esperanzas de los conservadores para frenar la aplicación de la ley no reside en el Tribunal Constitucional -al que acudirán con la norma aprobada- sino en Europa. 

Desde el primer momento volcaron sus esfuerzos en ganar el relato de lo que realmente implica la ley de amnistía, exigiendo a su partido europeo y a la candidata a la reelección para presidir la Comisión, Ursula von der Leyen, que se implicaran dándoles apoyo. Además, el PP de España busca tener una delegación fuerte para optar a alguno de los grandes puestos a nivel comunitario. Del éxito de esta campaña electoral dependen muchas cosas.