La Federación Asturiana de Empresarios (FADE) está muy preocupada porque la transición energética hacia unas fuentes más limpias que tiene que emprender España durante los próximos años puede incrementar el recibo de la luz, restar competitividad a la industria electrointensiva asturiana y acabar provocando deslocalizaciones. La inquietud la manifestó ayer el presidente de la patronal, Belarmino Feito, tras una reunión con el presidente del Principado, Javier Fernández, a la que acudió arropado por los representantes de algunas de las grandes empresas asentadas en la región: Arcelor-Mittal, Industria Química del Nalón, Fertiberia y el Grupo Masaveu. Son las llamadas electrointensivas, las grandes consumidoras de energía.

"Tenemos que buscar que la ley de transición energética no impacte negativamente en la competitividad de la industria asturiana, hay que buscar los cauces para que no perjudique nuestros intereses", señaló Feito.

Las empresas mostraron al líder del Ejecutivo regional y al consejero de Industria, Isaac Pola, su inquietud por el posible impacto que algunas medidas más inmediatas puedan tener sobre la factura eléctrica. El encuentro se produjo, de hecho, unas horas después de que Red Eléctrica Española (REE) anunciara un cambio en los criterios en la subasta de interrumpibilidad eléctrica que se celebrará en mayo y que harán más difícil que la gran industria regional pueda acceder a los "bonus" que le permiten reducir el recibo de la luz y no perder competitividad. Isaac Pola señaló que "estamos en contacto con el Gobierno de la nación para ver cómo se van a articular estas medidas, pero éstas aún están pendientes de aprobación por parte de la Unión Europea".

Aun así, entre las empresas ya hay inquietud sobre lo que pueda ocurrir y así se lo hicieron saber al Principado. En ese sentido, Feito señaló que ahora mismo hay un riesgo real de que las empresas pierdan competitividad y esto puede traer "la paralización de algunas inversiones, desinversiones o, incluso, deslocalizaciones". Todo esto podría ocurrir si a corto o medio plazo los costes energéticos que soportan estas fábricas se incrementan.

Para Feito es esencial que en esa transición hacia unas energías más limpias, hacia una descarbonización, se tenga en cuenta la opinión de los grandes consumidores, es decir, de la gran industria regional. "Lo que debemos es cuidar a estas empresas, porque se compite a nivel global, y tenemos que crear las condiciones para que las compañías asturianas puedan ganar en competitividad en el mundo", destacó el presidente de la patronal asturiana.

También señaló que Asturias es un territorio especialmente sensible a los cambios que pueda haber en la factura eléctrica, ya que es una de las regiones en las que hay una mayor concentración de industrias que son grandes consumidoras de energía.

La intención de los empresarios de la gran industria regional es hacer de estos encuentros con el Gobierno regional algo habitual para discutir sobre las principales necesidades de estas compañías. La pretensión, señalaron, es la de sumar próximamente a estas reuniones a los representantes sindicales.