3-1: Desastre del Avilés, que se jugará no caer al play-out en la última jornada

Los blanquiazules han caído ante un Compostela superior y dependen de un resultado positivo ante el Ourense en casa para no alargar su temporada

Davo Fernández anota un gol para el Avilés

Davo Fernández anota un gol para el Avilés / Real Avilés

Noé Menéndez

Noé Menéndez

Batacazo del Avilés. Los blanquiazules, que llegaban tierras gallegas tras vencer al Covadonga, han caído ante un Compostela muy superior y se tendrán que jugar la vida en la última jornada. Y es que, tras los resultados de Marino, Deportivo Fabril y Gimnástica, los avilesinos necesitan ganar (o un empate si el Marino no gana por 3-0) el próximo domingo al líder de la categoría y ya campeón, el Ourense, para no meterse en problemas y caer al puesto de play-out. Las sensaciones sobre el terreno de juego, eso sí, no son las mejores.

El Avilés comenzó frío, quizá víctima de las bajas temperaturas de Santiago de Compostela. Sánchez Murias volvió a optar por Davo en la portería, dejando a Álvaro Fernández en el banquillo, y decidió adelantar a Natalio a la punta del ataque, escoltado por un tridente formado por Miguel Sierra, de regreso tras un partido de sanción, Jorge y Davo Fernández. Pero, a pesar de formar una tripleta de mucho fútbol, los blanquiazules apenas tocaron balón en los primeros compases del encuentro. El Compostela estaba cómodo, dominando, mientras que los avilesinos intentaban zafarse como podían de las acometidas gallegas.

Pronto el dominio del Compostela se vio en el marcador. En el minuto 10 Santos vio un gran desmarque de Manu Ramírez, que atacó la espalda de Julio para meterse en el área y, con un gran pase de la muerte, dársela a Pep Caballé, que con Davo ya en el suelo remató a placer para adelantar a los locales. Sin tiempo para asimilar el duro golpe, llegó el segundo. Trabanco falló en defensa y, unido a una salida a medias del guardameta del Avilés, propiciaron que Parapar, tras trastabillarse, colgase el balón al punto de penalti. Tras un remate de primeras de Ramírez, el despeje de la zaga avilesina cayó en las botas de David Grande, que no perdonó y puso el 2-0 en el luminoso.

Las cosas pintaban muy feas para el Avilés. El tanto del ex del Marino parecía que hundía a los blanquiazules, que estaban muy lejos de su mejor versión. Pero, poco a poco, los de la villa del Adelantado fueron recomponiéndose. A pesar de las urgencias, ya que los resultados hacían que se tuviese que jugar la vida en la última jornada, los de Sánchez Murias empezaron a amasar la pelota, encontrando sobre todo a Trabanco, que, tras su error en el segundo gol del Compostela, parecía que quería remediarlo. Aprovechando la vigilancia de los gallegos a Miguel Sierra, el gijonés aprovechó la libertad que le daban por el carril para ir haciendo daño. En una de sus cabalgadas consiguió poner un centro raso y duro al punto de penalti. Davo entró desde segunda línea como un avión para, con un chut seco, acercar a los blanquiazules en el resultado.

Tuvo dos más el Avilés, primero con una falta que lanzó el propio Davo y luego una jugada que remachó Natalio, pero Pato, guardameta local, evitó que el peligro fuese a mayores. A pesar de que parecía que los blanquiazules mejoraban sus sensaciones, el Compostela se encargó, tras el paso por vestuarios, de cortar de un plumazo sus ilusiones. Tras una buena combinación, Samu aprovechó el descuido de Jesús del Amo, que abandonó su posición, para plantarse en el borde del área y, con un disparo cruzado, anotar el tercero del Compostela.

Sánchez Murias trató de agitar el avispero, dando entrada a Isma Cerro y Joel del Pino, pero la frustración de los blanquiazules no les permitía conectar con sus compañeros, cometiendo errores en la distribución de balón. Esta vez el Compostela no retrocedió líneas tras su tercer gol y más cerca estuvieron los locales de anotar el cuarto que el Avilés de recortar la distancia en el marcador.

La mejor noticia para el Avilés es que, a pesar de la mala imagen vista en el Vero Boquete, dependen de sí mismos para no caer al puesto de play-out. El Ourense llega como campeón al Suárez Puerta, lo que les hace llegar sin nada en juego ante un conjunto que necesita un resultado positivo para cerrar la temporada de la manera más tranquila posible.

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