La directiva del Mavi NT, equipo gijonés de balonmano que juega en la máxima categoría femenina, ha decidido impedir la entrada en los partidos que juega como local en el pabellón de La Arena a un grupo de jóvenes aficionados que desde hace algún tiempo vienen situándose detrás de una de las porterías. El motivo de esta decisión, tomada ayer, ha sido los incidentes que protagonizaron en el transcurso del partido de la pasada jornada liguera ante el Zuazo vasco (28-28).

Las jugadoras del conjunto vasco, en el que juega la ovetense Ana Temprano, se quejaron durante el partido de que estaban siendo gravemente insultadas por estos hinchas y así se lo hicieron saber a los árbitros. Después, al término del encuentro, presentaron una queja al club gijonés y, además, lo hicieron público a través de sus redes sociales.

Una de sus jugadoras, Paulina Buforn, aseguró en Twitter que su equipo había sido "ninguneado, vejado, abucheado, calumniado" y confesó que abandonó "triste" el pabellón. "El balonmano pierde cuando sus valores no se promocionan, sino que se destruyen. Creo, sinceramente, que no debe permitirse. Esto es un problema de primer orden: con respeto puede decirse todo; sin él, nada", denunció.

De manera inmediata la directiva gijonesa presentó sus disculpas y colgó una nota en su cuenta de Facebook firmada por el presidente, Miguel Álvarez, en la que lamenta lo ocurrido. "Lamentamos los hechos acontecidos en el partido de ayer (por el sábado). Condenamos todo tipo de violencia y pedimos disculpas a las afectadas directamente, al equipo contrario y a toda la afición. Efectivamente, estas situaciones no tienen cabida en nuestro deporte ni en la sociedad. Desde el club se tomarán medidas para que no vuelva a ocurrir". Los afectados ya conocen su expulsión. En el Mavi están muy afectados porque es la primera vez que les sucede una situación así.