El retrato vestido de Eugenia Martínez Vallejo, de Carreño de Miranda, ya se puede ver (sólo un mes) en Avilés

"Estamos muy contentos de que el Museo del Prado sea de España y no sólo de Madrid", pondera la alcaldesa Mariví Monteserín.

"Eugenia Martínez Vallejo, vestida", se exhibe desde hoy en el centro Niemeyer

Mara Villamuza

Saúl Fernández

Saúl Fernández

El retrato de Eugenia Martínez Vallejo ha encontrado nueva casa en Avilés, la ciudad en la que nació su creador: Juan Carreño de Miranda (1614-1685). La pintura ha cambiado la sala 16 del madrileño Museo del Prado por una exclusiva de las de la cúpula del Centro Niemeyer. Desde este viernes y hasta el próximo 2 de junio «El arte que conecta» –un programa promovido por la pinacoteca nacional y la empresa transnacional Telefónica– ha conseguido que una de las obras más señaladas del «Pintor de Cámara» de Carlos IV, vuelva a la ciudad –ya lo estuvo para el tercer centenario de su fallecimiento, a mediados de los ochenta– y se quede cuatro semanas. «Esperemos estar a la altura», deseó Carlos Cuadros, el director general de la fundación que gestiona el complejo cultural que diseñó el arquitecto Oscar Niemeyer. «Va a estar muy contenta en Avilés, aunque su rostro no sea de alegría», confió Víctor Cageao, el coordinador de conservadores del Prado, uno de los responsables de una de las exposiciones del año en la ciudad. Aunque sólo sea de un cuadro.

La alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, que este viernes llegó al Niemeyer después de haber atendido las reclamaciones de los trabajadores de Saint-Gobain Cristalería –que estos días negocian el despido colectivo de toda su plantilla del departamento de parabrisas– llegó reivindicativa. «Estamos contentos de que el Museo del Prado no sea sólo de Madrid, que haya abierto sus puertas y podamos traer a Avilés una de sus obras principales», dijo. Cageao había explicado que la presencia del Museo del Prado en Avilés, en el Niemeyer, no era solamente, como elemento prestador de obras. «Estamos aquí para potenciar y desarrollar las políticas culturales de las administraciones con las que colaboramos», apuntó uno de los responsables de que el retrato vestido de Martínez Vallejo se pueda ver en Avilés hasta el próximo 2 de junio. 

Vanessa Gutiérrez, la consejera de Cultura, fue una de las autoridades que participó en la ceremonia de apertura de la exposición. Destacó en sus palabras que en la ciudad de Avilés «combinan con armonía el Románico con el Modernismo». Y dijo esto, precisamente, por el maridaje singularo del que serán testigos los espectadores que compren sus entradas para ver el cuadro de Carreño de Miranda. Por sólo cuatro semanas también podrá disfrutar de una antológica sobre Juana Francés, una de las fundadoras del grupo artístico «El Paso». O sea, armonía entre Barroco y arte contemporáneo, tablas de la época de Carlos IV y curvas inauguradas en pleno siglo XXI: las del Niemeyer que, según dijo la responsable política, «ofrece una cuidada programación cultural», tan es así, que hace a la cultura «más accesible, más justa y equitativa». Gutiérrez destacó en la inauguración de la exposición-esencia la circunstancia de que «tres hitos» del Barroco asturiano hubieran tenido que ver con la comarca de Avilés. Mencionó, aparte de Juan Carreño de Miranda, al dramaturgo Francisco Bances Candamo y al poeta Antón de Marirreguera «el primer ejemplo de escritor culto en asturiano». Y esto la llevó al mismo punto de la armonía. Paula Beirán, la directora de Telefónica en Asturias, también participó en la ceremonia de presentación del cuadro de Carreño de Miranda. «Es un placer para nosotros colaborar en hacer comunidad con este cuadro», destacó. 

El retrato de Eugenia Martínez Vallejo está en el catálogo del Museo del Prado desde 1827. Carlos Cuadros la llamó «la más importante del mundo». Este cuadro no encontró su compañero –el de la niña desnuda– hasta casi un siglo después. «Desde entonces se exponen casi siempre juntos». «Hemos diseñado una serie de actividades relacionadas con él», explicó Cuadros. Esas actividades son visitas guiadas, un ciclo de conferencias... se va a tratar de divulgar al creador avilesino, a la niña que da nombre al cuadro... Llegarán a la ciudad, expertos del Prado, pero también hablarán de Carreño de Miranda la guía Patricia Pérez o la cronista oficial de la villa, la catedrática Pepa Sanz.