"Solo intenté mediar, no le incité, todo lo contrario", declaró ayer, en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Oviedo, José Antonio Ll. Q., el avilesino acusado de espolear a su cuñado -menor de edad y condenado en su día a dos años de internamiento- a apuñalar al novio de la madre del chico, en la noche del 3 de octubre de 2014, en el barrio del Quirinal. La víctima sufrió una puñalada en el pecho, y también otra en el glúteo. Tanto la víctima, Miguel Ángel F. P., como el resto de los testigos ofrecieron una versión muy distinta a la del acusado. "Toño se lanzó contra mí y entonces sentí una pinchada en el glúteo. Luego me agarró por la espalda y dijo tres o cuatro veces: 'Pínchale, ahora', 'Pínchale ahora'. Entonces el chaval me apuñaló en el pecho", relató la víctima.

El menor no quería que su madre tuviese una relación con Miguel Ángel F. P. Ese día habían estado intercambiándose mensajes por Whatsapp, en los que el menor había amenazado al hoy su padrastro. Luego se citaron a las diez de la noche junto al colegio del Quirinal, en la calle Fernando Morán. La víctima acudió con un sobrino de su expareja, que ayer en la Audiencia fue muy explícito: "Nada más verlo, el chaval sacó el cuchillo y comenzó a gritar: 'Te voy a matar, yonqui de mierda'. Toño se abalanzó sobre él, le agarró de los brazos y dijo al guaje: 'Pínchale, pínchale', y fue cuando le pinchó, tenía el pecho al descubierto".

La madre del menor -pareja de la víctima y suegra del agresor juzgado ayer por la mañana- también explicó cómo fue el ataque. "Oí cómo le decía a mi hijo, sin parar: 'Apuñálalo, apuñálalo, no seas cobarde, venga, ahora'. Yo miraba, pero no podía moverme. José Antonio también le clavó una navaja pequeña en la espalda. Quedó pinchada en el cuerpo. La cogí, estaba llena de sangre y se me cayó de la mano", declaró la mujer.

La víctima se salvó de milagro. "La lesión del pecho era potencialmente letal", dijeron los forenses. El fiscal Jesús Villanueva pide para el acusado ocho años de prisión por homicidio en grado de tentativa. La acusación particular, a cargo de José Ramón Nistal, hasta doce años. La letrada de la defensa, María Jesús Suárez, la libre absolución, al entender que el acusado no intervino. Es más, en su día sostuvo que la lesión de la nalga se la había hecho la propia víctima al sacar una navaja.