Marta del Arco, sobre el caso de las menores prostituidas: "Por supuesto que no voy a dimitir, hemos hecho lo que teníamos que hacer"

La Consejera dice que trabajarán para "mejorar la coordinación con la Policía" y promete apostar más por la formación al personal de los centros

La titular de Derechos Sociales dice que no se arrepiente de lo que dijo en su primera intervención ("son cosa de la vida"), pero asegura que "no se entendió bien"

Marta del Arco, a la derecha, en la reunión con los centros de acogimiento residencial de menores de Asturias, esta mañana

Marta del Arco, a la derecha, en la reunión con los centros de acogimiento residencial de menores de Asturias, esta mañana / EFE

Marta del Arco, consejera de Derechos Sociales, descartó esta mañana la dimisión por el caso de las menores tuteladas prostituidas en Oviedo, aunque afirmó que se revisarán los protocolos de actuación "para reforzar la coordinación, especialmente con la Policía". Del Arco estuvo desde el estallido de este caso en la diana de la oposición, especialmente después de su primera comparecencia cuando se conoció lo ocurrido. Una frase de su intervención, "son cosas de la vida", causó un gran incendio, con la petición incluso de la dimisión por parte de la derecha.

La Consejera habló hoy sobre esa polémica frase. "¿Arrepentirme de lo que dije? No, no me arrepiento de nada Lo que quería decir no se entendió y no tengo ningún inconveniente en decir que cuando me referí a esa famosa frase estaba hablando de que en el contexto familiar hay gente que agrede a los niños, que en el contexto escolar hay gente que agrede a los niños, en el contexto de la iglesia, en la calle, en bares conocidos, con nombre y apellidos, se agrede a los niños…Eso quería decir", recalcó esta mañana, tras una reunión con los directores de los centros. Sobre si se plantea dimitir fue clara. "No, por supuesto que no. Hemos hecho lo que teníamos que hacer y lo vamos a seguir haciendo con todo el compromiso de los centros. Cuando haya un indicador o una sospecha de cualquier tipo de maltrato vamos a seguir visibilizándolo, es lo que hay que hacer. Los niños tienen que sentirse seguros para decir no, para decir basta”, indicó.

En cualquier caso, sí abrió la puerta a reforzar los protocolos y a apostar más por la formación del personal para evitar este tipo de casos. Según dijo, uno de los riesgos más claros está en internet y en varias aplicaciones en las que entran los menores sin el requerido control. A continuación, todas las palabras de Marta del Arco sobre este polémico caso.

La reunión con los directores de los centros

“Acabamos de tener una reunión muy positiva y quiero agradecer el compromiso con la infancia. Hemos hablado de cómo están los niños y niñas que viven en todos los centros de acogimiento residencial, si eran conocedores de la noticia, si habían comentado algo…Hay centros en los que los niños saben algo y hemos llevado actuaciones tendentes para explicarles la situación. Hemos acordado también por unanimidad que conviene hacer una intervención y el planteamiento es reforzar la confianza de los niños para denunciar estas situaciones. También revisamos protocolos de coordinación con la Policía para las fugas, con Salud y el contexto escolar. Todos compartimos que este tipo de situaciones hay que denunciarlas siempre y hay que visibilizar la violencia en la infancia”.

Actuaciones concretas

“Tenemos propuestas que haremos en su momento a cada uno de los sistemas, también a la Policía, para mejorar nuestra coordinación”.

Mejorar la formación del personal

“Hablamos de las necesidades de mantener la formación de forma continua. Las formaciones suelen ser semestrales y en este caso la formación debe de ser continua y reiterada al personal. Queremos volver a reeditar el curso sobre los riesgos de la navegación y la red. La situación de la vulnerabilidad de los niños tiene riesgos con aplicaciones, por llamarlas de alguna manera. Hay adolescentes que contactan con gente mayor que dice que las quiere, las cuida, les da dinero...".

¿Prohibir los móviles?

“Es poner puertas al mar. El tema tiene más dimensión que prohibir, porque es un reto para saltársela. El Gobierno ha formado un grupo de expertos para ver cómo se pueden regular los peligros de la red”.

Su polémica frase: "Son cosas de la vida".

“¿Arrepentirme de lo que dije? No. No me arrepiento de nada. Lo que quería decir no se entendió y no tengo ningún inconveniente en decir que cuando me referí a esa famosa frase estaba hablando de que en el contexto familiar hay gente que agrede a los niños, que en el contexto escolar que agrede a los niños, en el contexto de la iglesia, en la calle, en bares conocidos, con nombre y apellidos, se agrede a los niños…Eso quería decir. Para ellos (los menores) supone un riesgo tremendo, porque la percepción del riesgo para un adolescente es una percepción muy lejana. Se creen que pueden con todo y que no les puede pasar nada, en cualquier manual de psicología evolutiva se puede ver. Este es un caso concreto de mujer adolescente y víctima de violencia, a la que se suma la vulnerabilidad por las historias previas. Es un caso de género, de mujer, de violencia contra ellas”.

¿Ha fallado el sistema?

“Siempre hay que mejorar. Desde que implantamos el modelo hicimos un proceso de evaluación continua, porque siempre se tiene que mejorar y se debe hacerlo. Siempre que pasan situaciones complicadas, que pasa muchas veces, lo hemos hecho así. Nuestra obligación es mejorar y sí, son necesarias. En mejorar los protocolos de coordinación, tenemos que afinar más con la Policía”.

Las críticas de Vox

“No voy a hacer ningún tipo de declaración en relación a la utilización que la extrema derecha hace de este caso”.

Cómo evitar riesgos y la confianza de las familias

“Son conocedores y saben de cosas que pasa, que hablan en el colegio. Lo que hemo estado reflexionando es en hablar de ese carácter general de todo lo que supone para las adolescentes, porque hay una clara cuestión de género. La reflexión con respecto a lo que afecta a la infancia, esa es la clave, con contactos con estas redes y lugares. Insisto: en este caso se añade la vulnerabilidad”.

“Nosotros tutelamos cuando las necesidades de los niños no son cubiertas y nuestro primer objetivo es intentar que el niño vuelva a su medio natural de origen. Hay equipos especializados que pueden trabajar en la reincorporación. Hay maltratos en los que no se puede pensar: físico, emocional severo y abuso sexual. Plantear genéricamente un objetivo de reincorporación en estos casos no es aconsejable. También se trabaja desde el perdón, porque es importante que el agresor lo haga. No es una cuestión de confianza, es de trabajo coordinado, con el objetivo común de las familias recuperen a sus hijos. Hay que seguir poniendo el ojo en los programas de prevención familiar, donde estamos haciendo un gran esfuerzo. Las estructuras que hemos organizado son muy importantes, llevan configuradas casi un año, porque tenemos programas con fundamento científico. Los padres y las madres necesitan competencias, porque sus hijos e hijas necesitan otros modelos de crianza”.

¿Se plantea dimitir?

“No, por supuesto que no, hemos hecho lo que teníamos que hacer y lo vamos a seguir haciendo con todo el compromiso de los centros. Cuando haya un indicador o una sospecha de cualquier tipo de maltrato vamos a seguir visibilizándolo, es lo que hay que hacer. Los niños tienen que sentirse seguros para decir no, para decir basta”.