Los grupos de la oposición en la Junta General del Principado han reaccionado con escepticismo, decepción o abierto rechazo al nombramiento del hasta ahora director general de Energía y Minería, Isaac Pola, como sustituto del dimisionario consejero de Empleo, Industria y Turismo, Francisco Blanco. "Es la muestra de un gobierno en crisis y preso de su propia inercia", ha valorado el portavoz de Podemos, Emilio León, para quien Javier Fernández elige más bien "a un testaferro, que fue mano derecha de Graciano Torre y que tendrá como misión principal tapar los principales casos de corrupción" que afectan al Ejecutivo, "como el de GITPA, Barredo..." León también afeó a Pola que se haya puesto, a su juicio, "del lado de los piratas que se disfrazan de empresarios del carbón" en la minería privada del Suroccidente.

El portavoz de IU, Gaspar Llamazares, ha lamentado que en contra de su consejo "el Gobierno no se haya tomado un tiempo para reflexionar sobre cómo tomar el pulso a lo que queda de legislatura y haya cerrado en falso la crisis". El nombramiento de Pola equivale, al decir de Llamazares, a "un cierre de filas por parte de Javier Fernández", que renuncia a "abrir un debate sobre el modo de obtener un mayor apoyo al Gobierno" y a explorar "un cambio de izquierdas". El Ejecutivo, que "tenía una situación precaria", la tiene ahora "delicada", concluye Llamazares.

A las críticas por la gestión de la primera crisis de gobierno de la legislatura se ha sumado también esta mañana Ciudadanos. Su portavoz, Nicanor García, reprocha al Gobierno que tras la dimisió y la negativa de Francisco Blanco de acudir ayer a rendir cuentas a la Junta se hubiera anunciado inicialmente su presencia hoy en la presentación del nuevo vuelo a Múnich. "Es una incoherencia y una burla absoluta", afirma el portavoz de la formación morada, que añade sobre Isaac Pola que el nombramiento denota "continuidad, más de lo mismo. Se ha puesto un parche en una cartera muy problemática y complicada", con muchos asuntos pendientes.

El portavoz socialista, Fernando Lastra, quiso salir en defensa del elegido, "la persona idónea por capacidad, formación y conocimiento de la industria y el empleo en Asturias", y a reprochar sobre todo a Podemos "las agresiones de descalificación, de falta de cortesía y educación" y las "exageraciones" con las que se ha recibido al sustituto de Fracisco Blanco.