Un equipo de cirujanos y cardiólogos del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) realizó ayer el segundo implante de un corazón artificial que se lleva a cabo en la región. El paciente era un varón con una insuficiencia cardíaca muy grave y que, por el momento, no podía ser sometido a un trasplante de corazón. Al cierre de esta edición, la evolución del enfermo era favorable, si bien los médicos mantenían la cautela debido a que en este tipo de intervenciones son cruciales las horas posteriores, y nunca cabe descartar la aparición de complicaciones.

El primer implante se realizó el pasado día 1 a J. P. R., un vecino de Pola de Siero de 44 años. Ya ha recibido el alta y, según ha podido saber este periódico, su recuperación está siendo satisfactoria. La normativa sanitaria vigente en España establece que el dispositivo implantado a estos enfermos es una solución transitoria hasta que sea posible trasplantarles un órgano de un donante.

No obstante, el corazón artificial ha demostrado que funciona durante bastantes años (hasta 14, según la experiencia actual), y los expertos barajan que el Ministerio de Sanidad llegue a aprobar el recurso al corazón artificial como una solución definitiva. Hasta que llegue ese momento, lo previsible es que, transcurrido un tiempo prudencial, y una vez que su situación esté normalizada, estos enfermos sean reintegrados en la lista de espera para un trasplante de corazón. Los dispositivos implantados a los dos pacientes asturianos tienen un coste aproximado de 100.000 euros cada uno.

Se trata, en realidad, de sistemas de asistencia ventricular cuyas aportaciones novedosas radican en su larga duración y su portabilidad (el paciente puede hacer una vida relativamente normal una vez que le ha sido implantado el equipo).

Mediante un sistema rotor, la máquina bombea sangre por el exterior del corazón a través de una cánula. La perspectiva de futuro apunta a que el conjunto del dispositivo sea implantable. Actualmente, el ordenador y la batería van por fuera.

Para realizar estas intervenciones, el HUCA ha puesto a punto un proceso de notable complejidad en el que han sido formados más de 150 profesionales del complejo sanitario de La Cadellada. Ahora se pretende exportar a otros hospitales este meritorio trabajo de puesta a punto. "Nos gustaría ser centro de referencia y poder dar formación a otros grupos. Sería muy bueno para el hospital. Lo tenemos todo muy protocolizado", subrayaron los cardiólogos Beatriz Díaz Molina y José Luis Lambert, y el jefe de Cirugía Cardíaca del HUCA, Jacobo Silva. "Ya hemos recibido llamadas de cirujanos interesados en conocer este procedimiento", señalaron.

Los principales impulsores de este procedimiento terapéutico subrayan que el HUCA, en el momento actual, ofrece a los enfermos de insuficiencia cardíaca -un colectivo que crece en todo el mundo a un ritmo exponencial- toda la tecnología y toda la cartera de servicios de los que dispone la medicina. El corazón artificial constituye una alternativa eficaz ante la escasez de corazones para trasplantes. En Asturias, como en todos los lugares, la cifra de donantes no aumenta, mientras sí se incrementan los posibles receptores, lo que provoca que crezcan las listas de espera.